Desde que las organizaciones se vieron permeadas por el trabajo sistémico en los años 80 especialmente en Alemania, son más y más líderes los que se acercan a este tipo de intervención para comprender, sanar y fortalecer las dinámicas internas de la organización para que exista una alineación de personas y clientes contando con un foco fuerte en el futuro.

¿Qué es el Coaching Sistémico?

El coaching sistémico busca incorporar nuevas distinciones que nos permitirán comprender lo biológico de nuestra organización o equipo. Es un proceso de “representar fuera” (en un espacio físico) las relaciones y dinámicas que se establecen entre los “actores o agentes” que intervienen en un problema o bloqueo.

Se crea de esta forma  una representación que a forma de un mapa  facilita visualizar y recrear las dinámicas invisibles, heredadas, endogámicas que inhiben el logro de los objetivos propuestos.

¿Cómo se aplica el Coaching Sistémico?

Las áreas de aplicación del Coaching Sistémico dentro del marco de una organización pueden ser muy amplias, porque permiten observar la realidad existente desde puntos de referencia y perspectivas diferentes (mucho más generales y sin prejuicios) orientándose siempre hacia la solución. Se pueden abordar desde cuestiones de liderazgo o de implantación de proyectos, estudios de marcas y diagnósticos de organización hasta problemáticas individuales (conflictos, despidos, decisiones, cambios de trabajo, objetivos que no se alcanzan). Quién utiliza el coaching sistémico dispone de alternativas más claras. Ver Vídeo

¿Cómo apoya el Coaching Sistémico a líderes y equipos de trabajo?

Al abordar las consultas de los clientes hablamos de la posibilidad de:

1. Generar un mapa de las conexiones invisibles, de los vínculos dentro del sistema.

2. Posibilitar un cambio de perspectiva para:

 Percibir y tener en cuenta variables y valoraciones que no están al alcance del líder desde el lugar que le otorga la organización, el grupo o el propio rol de líder.
 Permitir el atribuir nuevos significados a los hechos.
Integrar partes que parecen irreconciliables.
 Poner a favor la fuerza y la potencia del pasado y traer, como recursos al presente, éxitos del pasado.
 Aceptar y respetar los fracasos, duelos (poder decir sí a todo como ha sido).
 Provocar un movimiento nuevo que da fuerza al líder y al grupo para así ocasionar nuevas dinámicas que estén coloreadas de fuerza y optimismo.
 La experiencia en empresas y organizaciones ha sido también sorprendente dado que el Coaching Sistémico ofrece la oportunidad de profundizar rápidamente en situaciones complejas para obtener soluciones efectivas de una manera ágil y fluida (MAKE THE COMPLEX SIMPLE). Además, la participación del cliente  en la imagen final de solución genera un clima optimista de “contagio” (más allá de lo cognitivo) que orienta a todos los participantes de una organización a actuar hacia la solución.